En nuestra lengua, mediante el proceso morfológico llamado composición, dos o más palabras pueden unirse para crear una tercera, que se denomina compuesta o compuesto (empleado este término como sustantivo): limpiaparabrisas; parteaguas; puntapié, sabelotodo; rompehielos; cocina comedor, hombre bala, villa miseria. Pueden ser compuestos propios o univerbales, caracterizados por presentar sus componentes integrados en una sola palabra ortográfica, o compuestos sintagmáticos, formados por yuxtaposición de palabras que mantienen independencia gráfica y acentual, apareciendo unas veces separadas con guion intermedio y otras sin él.
Los compuestos univerbales o propios se producen
uniendo un sustantivo con otro: bocacalle,
hojalata, motocarro; un sustantivo con un adjetivo o viceversa: bajamar, boquiabierto, mediodía; un sustantivo
con un verbo o viceversa: rompecabezas, salvamanteles,
vasodilatar; un verbo con otro verbo: duermevela,
tejemaneje, hazmerreír; y un adjetivo con otro adjetivo: altoparlante, audiovisual, sordomudo. El
compuesto resultante es un nombre común, salvo cuando se unen dos adjetivos, en
cuyo caso se produce un adjetivo nuevo (audiovisual)
o una palabra que puede ser tanto adjetivo como sustantivo (persona sordomuda; los sordomudos); cuando
se unen un nombre y un adjetivo, en cuyo caso se puede producir un nuevo nombre
o un nuevo adjetivo (medialuna,
camposanto, cuellilargo), y cuando se unen un nombre y un verbo en este
orden, en cuyo caso se produce un nuevo verbo (maniatar, vasoconstreñir).
Dentro de los compuestos univerbales, se
denominan acronímicos aquellos que se
forman acortando el final del primer elemento (cantautor, Eurasia, Mercosur), pero también a veces el segundo (electrolinera, ofimática, teleñeco). Como
se aprecia en los ejemplos, algunos se integran en la lengua como nombres
propios y se escriben con mayúscula inicial y otros como nombres comunes, por
lo que se escriben completos en letra minúscula.
Otros muchos compuestos univerbales se
obtienen añadiendo una vocal de enlace (-i-)
entre los elementos constituyentes,
bien sean nombre y adjetivo, dos adjetivos, dos verbos, dos nombres o
nombre y verbo: agridulce, patitieso, perniquebrar,
quitaipón, vaivén. Al igual que los restantes compuestos, las palabras
resultantes se integran en la lengua como nombres comunes, adjetivos o verbos
según corresponda.
No siempre resulta evidente el significado de
las nuevas palabras creadas por composición: el sustantivo aguanieve, por ejemplo, expresa un determinado modo de percibir el
agua o la nieve, mientras que aguardiente
es un licor, aguamarina es una
gema y aguamiel es una bebida; malamadre es una planta, malasombra es una persona molesta o
inoportuna y malbaratillo es una
tienda donde se venden artículos de poco valor. Otras veces el nuevo
significado opaca el anterior y cuesta percibir que se trata de una palabra
compuesta: tragaldabas presenta la
misma composición que tragaperras, pero
casi nadie percibe en la actualidad que ese sustantivo que define a una persona
de mucho comer es un compuesto de traga y
aldabas (pieza de hierro o bronce que
se pone en las puertas para llamar golpeando con ella).
Debe tenerse presente que los diccionarios de
la lengua no recogen todas las formaciones posibles de compuestos univerbales
puesto que su número es amplísimo. Entre los esquemas que más palabras
compuestas producen en español, están las bases verbales guarda-, limpia-, porta-, quita- y salva-, con las que se designan personas, productos o utensilios.
En estos casos, las voces nuevas creadas suelen ser de significado reconocible.
Por lo que se refiere a los compuestos
sintagmáticos, se forman sobre todo mediante la yuxtaposición de dos
sustantivos (buque escuela, comida
chatarra o basura, fútbol sala, hombre
lobo, problema clave) y dan lugar a un nuevo nombre común. La yuxtaposición
de un nombre y un adjetivo produce compuestos sintagmáticos que, en general, se
emplean para designar tipos de personas: cabeza
rapada, casco azul, manos largas, pies planos, rostro pálido. Varios
compuestos sintagmáticos de sustantivo más adjetivo admiten dos escrituras:
como una sola palabra gráfica (arcoíris,
guardiamarina, guardiacivil, padrenuestro, puercoespín) o con los
componentes separados (arco iris, guardia
marina, guardia civil, padre nuestro, puerco espín). Cuando los compuestos
sintagmáticos están formados por dos adjetivos, se escriben siempre con guion
de separación entre sus elementos si el primero aparece con su terminación
completa: peruano-ecuatoriano,
teórico-práctico, sintáctico-semántico, técnico-administrativo. Asimismo, se
escriben con guion de separación algunos compuestos sintagmáticos formados por
dos nombres: físico-químico,
musa-escritora, madre-maestra.
Tampoco recogen los diccionarios de la lengua
todas las posibles construcciones de compuestos sintagmáticos. Son elementos
frecuentes en estos nuevos compuestos palabras como clave (asunto clave, decisión clave); cumbre (momento cumbre, obra
cumbre); estrella (escritora estrella, producto estrella); fantasma (oferta
fantasma, pueblo fantasma); límite (fecha límite, situación límite); modelo
(empresa modelo, niña modelo); piloto (proyecto piloto, experiencia piloto);
pirata (edición pirata, disco pirata); puente (crédito puente, gobierno
puente); relámpago (guerra relámpago, viaje relámpago).
El plural de los compuestos no
presenta dificultades, salvo en el caso de los compuestos sintagmáticos. Compárense
los plurales siguientes: cascos azules; hombres-lobos;
peruano-ecuatorianas; discos pirata; guerras
relámpago. Es fácil extraer la regla:
cuando el compuesto está formado por dos sustantivos que se escriben por
separado, solo adopta la forma plural el primero: horas punta; palabras clave. Cuando los elementos se separan
mediante guion, si se trata de adjetivos, solo se escribe en plural el segundo:
teórico-practicas; si se trata de
nombres, aceptan plural ambos: hombres-lobos.
Por último, existe cierta vacilación respecto al plural del segundo nombre cuando
puede funcionar como atributo del primero: cascos
azules; empresas líderes (empresas líder); estados miembros (estados miembro).
© Este texto proviene de mi manual de escritura La lengua destrabada (Madrid, Marcial Pons, 2017, 581 pp.), cuya lectura recomiendo para ampliar esta explicación y otras relacionadas.
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