¿A dormir tan temprano? |
El infinitivo, junto con el
gerundio y el participio, es una forma no personal del verbo, caracterizada por
su terminación –r a la que se antepone la vocal propia de
cada una de las conjugaciones: cantar,
leer, vivir. Como el gerundio, tiene forma simple y compuesta: cantar; haber cantado.
Los infinitivos del español
pueden ser verbales y nominales según los contextos en los que se usen. Los
verbales aparecen en perífrasis, oraciones subordinadas, algunas construcciones
dependientes no oracionales y en oraciones independientes:
1.
Perífrasis verbal: Ya nada se
puede hacer por él.
2.
Oración subordinada: Lamento
mucho llegar tarde.
3.
Construcción dependiente no oracional (grupo verbal): Veíamos a los barcos alejarse de la costa.
4.
Oración independiente: ¿Salir a
estas horas?
Los infinitivos nominales se
asimilan gramaticalmente a los sustantivos: su
andar cadencioso; un rojizo atardecer. Son mucho más numerosos en la lengua
literaria que en los demás usos lingüísticos y se suelen dividir en dos grupos:
1.
Infinitivos nominales de naturaleza léxica, que se presentan en los
diccionarios como nombres comunes: Le
comunicó su pesar por la reciente muerte. Casi todos admiten el plural: amanecer/amaneceres; cantar/cantares;
decir/decires; haber/haberes; querer/quereres.
2.
Infinitivos nominales de naturaleza sintáctica, como deambular, aprender u olvidar, que
no admiten plural pero sí artículos indefinidos y adjetivos: La vejez, ese olvidar incesante de lo que se
acaba de hacer. Alberto continuó su deambular silencioso por la casa.
El abundantísimo empleo del infinitivo tanto
en la lengua oral como en la escrita no suele presentar dificultades en ninguna
de las diversas funciones sintácticas que asume:
·
Sujeto: Querer es poder.
·
Atributo: Vivir es luchar.
·
Complemento predicativo: La
escuché llorar.
·
Complemento directo: Quiero escribir
una novela.
·
Complemento indirecto: Dedica todo
su tiempo a cuidar de sus hijos.
·
Construcción dependiente no oracional: De niños contemplábamos a las nubes perseguirse raudas por el cielo.
·
Complemento circunstancial: Sintió
gran desilusión al hablar con él.
·
Complemento del nombre: Me agrada
su modo de sonreír.
·
Complemento del adjetivo: Será
doloroso de contar.
·
Complemento del adverbio: Se desmayó antes de empezar a cantar.
Sin embargo, conviene tener en cuenta ciertos
usos que no se consideran correctos:
1.
Infinitivo de generalización: Construcción en la que se emplea el
infinitivo como verbo principal sin el apoyo de ningún otro verbo y sin que
forme parte de una perífrasis verbal. Suele aparecer con «verbos de decir» o
similares: Ante todo, decir que
agradezco la invitación para participar en este acto. Mejor, quiero decir; he de decir; me gustaría
decir. Otros ejemplos: Como conclusión,
señalar que…; añadir, para
terminar, que...; en la información deportiva,
destacar que....
2. Infinitivo
en lugar de imperativo en segunda persona del plural: ¡Callar! en
lugar de ¡callad!; subir en
lugar de subid o dormiros en
lugar de dormíos.
3. Infinitivo
+ se en
sustitución del imperativo: Callarse todos en
lugar de callaos
todos; darse prisa en lugar de daos prisa.
4. Infinitivo
en lugar de presente de subjuntivo en construcciones imperativas negativas: No hacerle llorar en
lugar de no
le hagáis llorar; no quejarse si os perdéis o no quejaros si
os perdéis en lugar de no os quejéis si os
perdéis.
5. Construcción de sustantivo + a +
infinitivo: asuntos a tratar;
problemas a resolver. Se considera un galicismo, aunque está muy
arraigado en la lengua y hay ejemplos antiguos. La Real Academia admite cantidad a
ingresar y cantidad a
deducir porque son expresiones consolidadas en el ámbito de la
economía. Sin embargo, para el resto de los casos se establece la norma de que
esta construcción ha de emplearse con sustantivos abstractos como asunto, tema, ejemplo, cuestión,
aspecto, punto, cantidad y similares, el
verbo ha de ser transitivo como realizar, resolver y otros de
significado parecido, y la preposición a no debe ser
intercambiable sin que cambie la construcción sintáctica por las
preposiciones que, por o para: horario a cumplir, mejor horario que cumplir; asuntos a
debatir, mejor asuntos para debatir; cuestión a
definir, mejor cuestión por definir. Hay que tener en
cuenta, además, que en muchos casos la construcción es redundante, pues el
sustantivo ya expresa por sí solo el significado de a + infinitivo: Estas son las tareas a realizar, mejor estas son las tareas. Los objetivos a
cumplir son los siguientes, mejor, los objetivos son los siguientes. Juan
es un ejemplo a seguir para todos, mejor Juan es un ejemplo para todos.
No
debe confundirse esta construcción con el infinitivo preposicional que forma
parte de muchas locuciones adverbiales, introducidas en su mayoría por la
preposición a: a contar (de o desde); a correr; a decir verdad; a saber;
a juzgar por; a mandar; a más no poder; a más tardar; a más ver; a rabiar; a
seguir bien. Todas
ellas son, por supuesto, correctas, así como las construidas con otras
preposiciones: de armas tomar; sin ir más lejos.
Terminaré señalando, de todas las perífrasis verbales en las que participa el infinitivo, dos muy frecuentes que suelen provocar confusiones: deber + infinitivo y deber de + infinitivo.
Terminaré señalando, de todas las perífrasis verbales en las que participa el infinitivo, dos muy frecuentes que suelen provocar confusiones: deber + infinitivo y deber de + infinitivo.
1. Deber +
infinitivo expresa siempre obligación: Los viajeros deben
llegar dos horas antes del vuelo (y nunca deben de llegar).
Debes comértelo todo (y nunca debes de comértelo). Creo que no deberías
trabajar tanto (y no creo que no deberías
de trabajar tanto).
2. Deber de + infinitivo expresa posibilidad o suposición: Deben de ser las cuatro. Ya deben de haber llegado. Su hija debe de tener unos veinte años. Sin embargo, en este caso la lengua culta también acepta la construcción sin preposición: Deben ser las cuatro. Ya deben haber llegado. Su hija debe tener unos veinte años.
Una
última perífrasis verbal menos frecuente
pero que también induce a error es hacerse
de rogar. Muchos correctores suprimen la preposición de que en este caso está
aceptada. Tan correcto es decir o escribir hacerse
de rogar como hacerse rogar, e
incluso es más habitual la primera forma.
En Imperativo,infinitivo y un caldillo de espárragos se exploran con mayor extensión los
cruces entre los usos de estas dos formas verbales.
La lengua destrabada
Si te interesan los asuntos de lengua y escritura, te invito a leer La lengua destrabada. Manual de escritura, publicado por Marcial Pons (Madrid, 2017). Clica en este enlace para entrar en la página de la editorial, donde encontrarás la presentación del libro y este pdf, que recoge las páginas preliminares, el índice y la introducción completa.
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Este blog es una maravilla, Carmen. Estoy leyendo tu libro: Nada del otro jueves. Besos.
ResponderEliminarGracias, Isabel. Espero que te guste Nada del otro jueves.
EliminarHola. No se puede decir: Preocupado por comer menos. ¿cuánto cobras por enseñar?
ResponderEliminarClaro que se puede Leila. Son perfectamente correctas las dos frases que propones.
EliminarUn cordial saludo.
En el enunciado: nosotros tenemos la intención de caminar hacia la ciudad. ¿Qué función cumple el infinitivo?
ResponderEliminar‘Nosotros’ es el sujeto, ‘tenemos’ es el verbo principal y ‘la intención de caminar hacia la ciudad’ es el complemento directo. Dicho complemento directo, del que forma parte el infinitivo, se puede dividir a su vez atendiendo a sus componentes. Puedes encontrar explicaciones más extensas en mis manuales de escritura o en diversas gramáticas.
EliminarUn cordial saludo.