Neptuno, tomada por los ciudadanos |
El participio es la tercera de las formas no
personales del verbo. Se diferencia de las otras dos, infinitivo y gerundio, en que posee
género y número: cortado/cortados;
cortada/cortadas. El único uso en el que el participio permanece invariable
es en la formación de los tiempos compuestos con el auxiliar haber: hemos salido; he salido. La
terminación –do caracteriza a los
participios regulares, pero hay tres verbos que tienen además un participio
irregular: freír: freído y frito; imprimir: imprimido e impreso; proveer: proveído y provisto.
En el español actual
solo existe el participio pasivo, también llamado pasado o de perfecto. El
participio de presente que abundaba en la antigüedad ha desaparecido y solo
quedan algunos restos fosilizados de su anterior valor verbal: no obstante; Dios mediante (también existía, por ejemplo, no embargante, muy utilizado por el rey Felipe II en su
correspondencia). Son vestigios además
de ese participio de presente multitud de adjetivos como causante, proveniente, procedente, atacante, saliente, cantante,
existente, todos ellos invariables en cuanto al género: la voz cantante; el batallón atacante; las
naranjas procedentes de Murcia; el ministro saliente.
Algunos de esos adjetivos también pueden ser
sustantivos que designan personas (cantante,
atacante, estudiante) o instrumentos (tirante,
colgante, montante). Casi todos los nombres de persona formados con el
sufijo –nte son invariables en cuanto
al género: la cantante y el cantante; la causante y el causante; un dibujante y una dibujante. Se exceptúan unos pocos: presidente y presidenta; cliente y clienta;
sirviente y sirvienta; comediante y
comedianta; infante e infanta; dependiente y dependienta. Constituyen un caso
particular los pares de sustantivos gobernante
y gobernanta; pariente y parienta; asistente y asistenta; comerciante y
comercianta; negociante y negocianta,
donde se aprecia un claro sesgo de género en el significado, siempre con matiz
peyorativo en femenino.
El participio comparte con el gerundio la
posibilidad de formar oraciones o cláusulas absolutas, separadas del resto del
periodo por comas: Concluida la cena,
todos se marcharon. Una vez apagado el fuego, se buscó el origen. Cumplido el plazo, entregaré las llaves.
Una forma especial de construcción absoluta,
propia únicamente de la lengua literaria, es la locución formada por un participio + que + verbo en forma personal (haber,
tener, estar, ser, ver): Llegado que
hubimos al pueblo. Conocida que fue su negativa. Dormida que la vieron.
Con participios que funcionan como predicados
se pueden construir pies de fotos o ilustraciones, así como titulares de
prensa. El sujeto puede ser expreso o tácito: Asesinado de cuatro puñaladas un abogado de Orense. Salvada de la muerte por su perro. Si entre el sujeto y el predicado queda
tácito el verbo auxiliar, ha de escribirse coma: Madrid, elegida capital olímpica. Los políticos, abucheados por los
ciudadanos.
Hasta hace unos años, había una larga lista
de verbos que tenían doble participio, uno regular y otro irregular, asunto que
resultaba esencial a la hora de formar los tiempos compuestos y la voz pasiva. Ahora
las Academias de la Lengua han reducido la lista a los tres verbos ya mencionados,
freír, imprimir y proveer, y todos los
restantes participios irregulares de los demás verbos han pasado a considerarse
adjetivos, bien porque la forma regular ya no se emplea, como en el caso de rompido, o bien porque la forma
irregular se utiliza siempre como adjetivo, como en el caso de confuso. Estos son algunos de los verbos
que aparecían en la lista: abstraer,
abstraído (abstracto es adjetivo);
bendecir, bendecido (bendito es adjetivo); corromper, corrompido (corrupto es adjetivo); despertar, despertado (despierto es adjetivo).
Por tanto, para formar cualquier verbo
compuesto o la voz pasiva, se ha de utilizar el único participio que ahora
tienen esos verbos: han elegido un nuevo
papa. No es correcto ha resultado
electo un prestigioso arquitecto. El adjetivo electo significa «que ha sido elegido para una dignidad o cargo y
aún no ha tomado posesión». Se puede decir, por consiguiente, el alcalde
electo tomará posesión el viernes y también no me gusta el alcalde elegido por los votos. Tomando el verbo propender, diríamos siempre he propendido (participio) a la melancolía o soy propenso (adjetivo) a la melancolía. Con el verbo hartar construiríamos me he hartado (participio) de comer y estoy harto (adjetivo). Con
el verbo maldecir podemos componer no creía que su padre lo hubiera maldecido
(participio) y siempre pensó que estaba maldita (adjetivo). Con el verbo bendecir escribiremos
los fieles fueron bendecidos por el papa y
esta iglesia está bendita.
En los casos de los tres verbos con doble
participio, tan correcto es decir (o escribir) he frito un huevo como he
freído un huevo; el libro fue impreso
como el libro fue imprimido; se han proveído de sal para las nevadas como
se han provisto de sal para las nevadas.
Pero desde luego unas formas son más habituales que otras. Sin embargo, en función
adjetiva solo se emplea la forma irregular en el caso de freír: huevos fritos; y
se prefiere la forma irregular, aunque se acepta la regular, en los casos de imprimir y proveer:
hojas impresas (o también hojas imprimidas); información provista (o también información
proveída).
En el español antiguo también había participios
conocidos como truncados o truncos que no terminaban en –ado/-ido y han dado
lugar a algunos adjetivos que permanecen
vivos en el español europeo y americano: calmo
(calmado), nublo (nublado), pago (pagado), pinto (pintado),
quisto (querido), trunco (truncado). Todas
ellas son formas aceptadas y hasta literarias.
Estos adjetivos comparten con el participio
la cualidad de perfectivos (se construyen con el verbo estar y no ser), pero
otros se han lexicalizado como adjetivos calificativos: uvas pasas (pasadas), judías pintas (pintadas), vino tinto (teñido), artista nato (nacido).
Los participios rechazan los diminutivos en los
tiempos compuestos y en la pasiva, pero sí los aceptan en otros contextos con
verbos que siempre presentan un componente adjetival: Iba pegadita a él; caminaban agarraditos del brazo; guardaba siempre
las camisas bien dobladitas; llegó una cesta cargadita de regalos.
El gerundio y el participio colaboran para
formar con el verbo estar una
perífrasis durativa en voz pasiva que se suele considerar un calco del inglés y
es relativamente reciente en español: La
ley está siendo debatida en el Parlamento. Antonio se dio cuenta de que estaba siendo observado. Quedaba claro que
estaba siendo acosado y atacado por un desconocido. Quienes rechazan esta
construcción aducen que no es necesaria: La
ley se está debatiendo en el Parlamento. Antonio se dio cuenta de que lo
estaban observando. Quedaba claro que un desconocido lo estaba acosando y
atacando. ¿Qué opción es mejor? El español utiliza mucho menos la voz
pasiva que el inglés y, aunque se va contagiando de anglicismos, algunas
construcciones siguen chirriando al oído: La
propuesta está siendo estudiada por los sindicatos suena mucho peor que los sindicatos están estudiando la
propuesta. Y resulta inaceptable: Esa
posibilidad es una de las que están siendo contempladas en lugar de esa posibilidad es una de las que se están
contemplando. O les rogaba que fuese
siendo preparado su novio mientras terminaba ella, en lugar de les rogaba que fuesen preparando a su novio
mientras terminaba ella. Los puristas aducen que la unión de estar y ser es una aberración.
Así pues, en el empleo de la perífrasis estar + siendo + participio ha de primar, como siempre, el sentido común
(y literario). Parece que el español no necesitaba esta construcción, pero se
va imponiendo. Esperemos que no se convierta en predominante a expensas de las
más clásicas.
Terminaré este repaso sobre los aspectos más
destacados del participio resaltado su cercanía con el adjetivo, del mismo modo
que el gerundio se aproxima al adverbio y el infinitivo al sustantivo. La función
adjetival del participio queda manifiesta además en la formación de sustantivos
y adjetivos compuestos con los adverbios bien
y mal: malquerido/a, bienquisto/a, malhablado/a, malcriado/a, malherido/a, malcomido/a
y tantos otros tan útiles en la literatura. Asimismo, aparece el participio
en función adjetival en adjetivos compuestos como maniatado/a, perniquebrado/a o alicortado/a.
La lengua destrabada
Si te interesan los asuntos de lengua y escritura, te invito a leer La lengua destrabada. Manual de escritura, publicado por Marcial Pons (Madrid, 2017). Clica en este enlace para entrar en la página de la editorial, donde encontrarás la presentación del libro y este pdf, que recoge las páginas preliminares, el índice y la introducción completa.
Si te interesan los asuntos de lengua y escritura, te invito a leer La lengua destrabada. Manual de escritura, publicado por Marcial Pons (Madrid, 2017). Clica en este enlace para entrar en la página de la editorial, donde encontrarás la presentación del libro y este pdf, que recoge las páginas preliminares, el índice y la introducción completa.
Como de costumbre muy interesante, aunque con el participio pienso que la mayoría de la gente tiene menos problemas que con otras cosas.
ResponderEliminarSí, probablemente el participio dé menos problemas que el gerundio, pero he querido resaltar también sus usos y posibilidades. Lo que se conoce se utiliza mejor siempre, Isabel.
EliminarGracias, Carmen. Como siempre, leo tus blogs con mucho interés. Tenía la duda sobre «frito» y «freído» y también «imprimido» e «impreso». Me alegra saber que todas son correctas. En cuanto a «rompido», ¿estás segura que ya no se usa? ¡Díselo a mis niños! Ja, ja, ja.
ResponderEliminar«Rompido» lo usan los niños porque aplican las reglas lógicas con las que aprenden el lenguaje hasta que les enseñamos las cultas que nos hemos ido imponiendo. Por eso tienen siempre tantos ¿y por qué...? que preguntarnos. ¡Disfruta de sus «rompidos» y sus porqués, pues el tiempo pasa volando!Un abrazo, tocaya.
ResponderEliminarHola! Me gusto mucho tu blog :) tratas unos temas muy interesantes, y me agrada tu forma de escribir!
ResponderEliminarTe invito a pasarte por mi blog:
arbol-de-amor.blogspot.com.ar
Para que me digas tu opinión :D
Saludos!
¡Excelente!
ResponderEliminarMuchas gracias, Gabriela. Un saludo.
EliminarTambiėn me gustò
ResponderEliminarMe alegro mucho, Elena. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por artículo, claro e instructivo. Soy un lingüista amateur por estar estudiando desde nino varios idiomas populares: ing, esp, ital, chino, fra, ale, jap, arab, ruso. Espanol es mi lengua materna, pero reemplazada for el inglés americano; y en verdad, detecto anglicismos y calcos frecuentemente.
ResponderEliminarMe alegra que estos artículos te ayuden a cuidar tu lengua materna. Muchas gracias por leerme.
EliminarUn cordial saludo, BNI.
Buen aftiartí
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn saludo.
Puede considerarse correcto decir sentado por sentado, comío por comido... Etc?
ResponderEliminarAunque la supresión de la 'd' del participio es habitual en algunas zonas al hablar, no se corresponde con el español culto estándar. La lengua formal culta utiliza los participios terminados en -do. Por tanto, no se consideran correctas las formas que escribes, lo que no impide que aparezcan en lenguaje coloquial.
EliminarUn cordial saludo.
Hola,muy interesante tu blog.¿Puedes ayudarme?SER+PARTICIPIO=ACCIÓN Con el verbo imperfectivo "saber"por qué no puedo decir "Tú eres sabido"por ejemplo????Gracias
ResponderEliminarUna aclaración para comenzar: el verbo ‘saber’ en cuanto tal no es imperfectivo ni perfectivo; son los tiempos verbales los que poseen aspecto. En cuanto a la oración que propones, no es válida ni por construcción ni por sentido. Se trata de una oración pasiva y está limitada por las reglas de tal construcción. La voz pasiva (ser + participio concertado) presenta un uso bastante restringido en español: es mucho más habitual en la lengua escrita y en pasado o futuro. Solo los verbos transitivos admiten construcciones en voz pasiva (con o sin complemento agente). El verbo ‘saber’ tiene dos significados principales, uno intransitivo, ‘tener gusto a algo’ (la boca me sabe a tierra), que no admite pasiva, y otro transitivo, ‘conocer’ (la noticia era sabida por/de todos). La construcción en este último significado es ‘saber algo de alguien’, por tanto no es posible construir ‘tú eres sabido’ (?) porque carece de sentido. Sí se puede construir, en cambio, ‘tú eres conocido’, tú eres arrastrado’ o ‘tú eres informado’, por poner tres ejemplos. Repito que el uso de la voz pasiva (ser + participio) en español está bastante restringido en la práctica, lo cual explica que no la utilicen incluso verbos transitivos que desde el punto de vista lingüístico aceptarían construcciones de ese tipo (yo tengo muchas preguntas sin respuestas, pero no muchas preguntas sin respuesta son tenidas por mí; la luz obrará milagros, pero no milagros serán obrados por la luz). En general, la voz activa predomina en nuestra lengua; la voz pasiva queda para casos muy específicos que sería prolijo enumerar aquí.
EliminarUn cordial saludo.
Estimada Carmen:
ResponderEliminarBuscando información sobre los participios truncos llegué a tu página, que me ha resultado muy interesante. Reconozco en tu explicación tus lecturas de Alarcos, de Seco y otros. No obstante, algo que me ha sorprendido ha sido tu recomendación sobre un ejemplo concreto que das con "electo".
Señalas en tu página que “para formar cualquier verbo compuesto o la voz pasiva, se ha de utilizar el único participio que ahora tienen esos verbos: han elegido un nuevo papa. No es correcto ha resultado electo un prestigioso arquitecto.”
O estoy comprendiendo mal o hay algo que se me escapa en tu recomendación. Si “electo” es un adjetivo y si, además, “resultar” puede considerarse como verbo copulativo, la estructura “ha resultado electo” sería correctísima, ya que se trataría de verbo copulativo seguido de un adjetivo predicativo subjetivo.
Por otra parte, la RAE, en su NGLE, explica que “los irregulares (electo, frito,
impreso, preso, provisto) suelen ser más frecuentes que los regulares (elegido, freído,
imprimido, prendido, proveído) como modificadores nominales (un libro impreso en
papel barato) y como atributos o complementos predicativos (El libro está impreso
en papel barato). En los tiempos compuestos se suelen imponer las formas regulares,
pero se documentan alternancias” (4.5.2b). Y más abajo, en 4.62c: “En casi todas las áreas hispanohablantes suele ser más frecuente han elegido que han electo, pero el participio irregular es común en América en las pasivas perifrásticas:
Días después, el general Tomás Martínez fue electo presidente de Nicaragua (Prensa
[Nic.] 31/12/2001).”
Curiosamente, si bien el DPD recomienda la forma regular para la formación de tiempos compuestos, no lo hace así el NGLE, quien lo deja bastante en la nebulosa, como vemos en el pasaje que te cito más arriba.
Si bien algunos autores admiten los verbos encontrarse, hallarse, ir, quedar(se), resultar, salir, venir, verse seguidos de participio como perífrasis verbales, lo cierto es que la gramática académica los considera dentro de las estructuras atributivas.
En definitiva, ¿tu ejemplo es incorrecto o hay algo que me estoy perdiendo?
Un saludo cordial,
Hugo
Es por el significado del adjetivo electo, no por el hecho de ser adjetivo, Hugo. ‘Elegido’ y ‘electo’ no significan lo mismo, como explico con los ejemplos.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Hola Carmen, ¿me podrías explicar las estructuras Haber + participio invariable no concertado, y ser + participio concertado? La verdad es que no estaría entendiedo qué es lo concertado o la falta de él en los tipos de frases verbales.
ResponderEliminarDesde ya muchas gracias,
José
Tal vez te convendría leer alguna gramática. También tienes a tu disposición mis dos manuales de escritura.
ResponderEliminarUn saludo, José. (Un apunte final por si te es de utilidad: el vocativo siempre se marca con coma, como puedes apreciar en mi despedida).